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Una puerta entreabierta...

  • Foto del escritor: Mujeres Históricas
    Mujeres Históricas
  • 19 jul 2021
  • 5 Min. de lectura

Martin Lutero, un monje alemán de la rígida orden Agustiniana, se subió al “tren de la Reforma Social” que impulsado por las corrientes ideológicas renacentistas que exaltan la naturaleza humana y sustituyen al teocentrismo de la Edad Media, lo llevó casi sin detenerse, desde la Alemania del siglo XIV, azotada por la peste negra, las revueltas de los campesinos, las hambrunas y la profunda crisis religiosa, hasta su primer viaje a la ciudad sagrada, Roma, en el que Lutero ve por primera vez a la iglesia como una corporación europea manejada por hombres de negocios y no de Fe.


De los tantos errores de aquella iglesia católica, como la ausencia de los obispos en sus diócesis, la corrupción, la falta de piedad para con su pueblo, fue la venta de indulgencias lo que terminó de enfurecer a Lutero. Para los pecadores evitar el purgatorio era una oferta demasiado atractiva y para la iglesia muy lucrativa. Y un 31 de octubre de 1517, Martin Lutero, clava en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus famosas 95 tesis. En ellas expone su discrepancia dogmática con la Iglesia Romana, y allí se origina La Reforma, como movimiento europeo universal que se extiende a los demás países cristianos durante los siglos XIV y XV.


La intención de Lutero no fue en principio la división de la iglesia, él solo quería plantear su postura a teólogos y académicos, pero la desolación que la iglesia católica había generado hizo que sus tesis se diseminen y radicalicen. Lutero redactó el documento de puño y letra y en latín, lengua franca del momento. Gracias a la imprenta, invento del alemán Johannes Gutenberg a finales del siglo XV, la divulgación fue meteórica, versiones en alemán y otras leguas se propagaron por toda Europa. Una gran cantidad de religiosos y religiosas abandonaron sus monasterios y muchos se casaron.


¡Herejía! proclamo la iglesia, los condenados sufrirían una muerte sin derramamiento de sangre, eran ahogados o quemados. En 1520 la bula Exsurge Domine le exige a Lutero retractarse de sus críticas a la Iglesia católica o de lo contrario sería excomulgado. Lutero quema la bula en público con un ánimo que vendría de su ferviente convicción por la reforma propuesta y el apoyo del pueblo alemán. En enero de 1521 el papa León X emite la bula con la que se excomulga a Martin Lutero.


En abril de 1521 se convoca la Dieta de Worms, una asamblea entre los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico presidida por Carlos V de España. Allí, Lutero deja en claro su postura inalterable y Carlos V hace gala de su poder como flamante emperador al firmar el edicto de Worms, el cual condena a Lutero por desobediencia. Pero su amigo y aliado Federico III (Federico el sabio) príncipe elector de Sajonia y fundador de la universidad de Wittenberg, en donde Lutero había estudiado y enseñado, se opuso a la condena y lo ayuda a escapar. Al igual que en otros principados de Alemania, el interés de Federico el sabio radicaba en debilitar la influencia del papa en su reinados.


Las propuestas más controversiales de Lutero fueron; La Salvación por la sola Fe, La libre interpretación de la Biblia, La Biblia como única fuente de revelación, Solo dos sacramentos: el Bautismo y la Comunión (según palabras de la Biblia), y el Sacerdocio Universal.


Es la Universalidad del Sacerdocio, lo que genera ambigüedad y suscita la lógica pregunta: ¿Tuvo Lutero en mente a la mujer en su propuesta de reforma? ¿En su Sacerdocio Universal incluye a la mujer como miembro activo y capaz de interpretar las sagradas escrituras en público? Si ese fue su propósito, el de elevar a la mujer y darle protagonismo, no fue para nada específico.


Para entender mejor a que se enfrentaba la mujer durante la reforma, presento dos citas de las tantas, que nos dan una visión teológica de la mujer:


Tertuliano Siglo XVI: ¿Y no sabes tú que eres una Eva? La sentencia de Dios sobre este sexo tuyo vive en esta era: la culpa debe necesariamente vivir también. Tú eres la puerta del demonio; eres la que quebró el sello de aquel árbol prohibido; eres la primera desertora de la ley divina; eres la que convenció a aquél a quien el diablo no fue suficientemente valiente para atacar. Así de fácil destruiste la imagen de Dios, el hombre. A causa de tu deserción, incluso el Hijo de Dios tuvo que morir”.


San Agustín de Hipona, padre de la Iglesia “Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer… No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños.” “Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones.”

A este arrebato de dignidad se enfrentaban las mujeres, sin embargo, muchas participaron en la Reforma Protestante, en diferentes ámbitos y diferentes niveles sociales, en los países más importantes de Europa, Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y España.


He aquí solo tres de las tantas heroicas mujeres que influyeron en la Reforma:


Katharina Von Bora (1499-1552). Ex-monja católica del monasterio de Nimbschenen, quien se fugó del monasterio y se unió a la iglesia reformadora. Aunque siga siendo esposa de… en este caso el mismísimo Martin Lutero, quien como otros reformadores estaba en contra el celibato del clero. Katharina es un ejemplo de convicción y de lucha por los derechos de la mujer, no solo en la iglesia protestante.


Marie Dentière, (Tournai, Bélgica, 1495 – Ginebra, 1561) también dejo sus hábitos y se unió activamente a la Reforma. Sus escritos teológicos son de una calidad increíble. Sufrió tanto la persecución por parte de la iglesia católica, como por los propios reformadores ginebrinos, que impidieron la publicación de cualquier texto escrito por una mujer en esa ciudad durante el resto del siglo XVI. Fue una de las reformadoras más importantes de la primera época. Marie creía que hombres y mujeres estaban igualmente cualificados para interpretar las Sagradas Escrituras y opinar sobre la fe.


Margarita de Navarra (1492-1549) Fue una noble francesa, princesa de la primera rama de Orleans de la dinastía de los Capetos, duquesa consorte de Alençon, reina consorte de Navarra, escritora y humanista. Fue una adelantada de su época. Hizo de su corte un brillante centro de humanismo, y se unió a los esfuerzos de la Reforma.


La imprecisión de Lutero con respecto al Rol de la mujer en el sacerdocio de la iglesia reformista, no impidió a la mujer tomar partido, quien amerita luego todos sus logros. El ministerio de la mujer sigue hoy en día dividiendo a la Iglesia Protestante. Pero fue el propio Lutero, padre de la Iglesia reformadora, quien origino tal dicotomía; están los que se oponen y los que apoyan a la mujer en el ministerio. Vemos el profundo cambio del Joven Lutero, monje Agustiniano, al gran “Reformador”, influenciado por el movimiento Renacentista y el Humanismo, como también por el Lutero esposo, y padre de familia. Un cambio de visión que abrió un abanico de oportunidades para la mujer. Si dejo la puerta entreabierta con tal propósito, o simplemente se olvidó de cerrarla, ya no importa, porque gracias a ese haz de luz, las mujeres burguesas, campesinas y Reinas por igual lograron que sus nombres formen parte de la historia de la Reforma Protestante, y que hoy tengan voz y autoridad en la vida eclesiástica como sacerdotes, pastoras y obispas.


Barbara Mañé


Fuentes

  • J. Vincens Vives - Historia General Moderna -Del renacimiento a la crisis del siglo XX

  • Mujeres reformadoras


 
 
 

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